En una publicación del Diario La Nación fechada en Julio de 1906 la casa rematadora de Guerrico y Williams ofrece a la venta una casa de negocio que sale a remate bajo una orden judicial del Juez Dr Felipe Arana a través de la testamentaria de la Sra Sara Frances Miller de Sandford. También se comenta que su proyectista fue el arquitecto Alejandro Christophersen, profesional que trabajó todos los estilos pero que procuraba mantener un eclectisismo absoluto en la mayoría de sus obras. A principios del siglo XX Christophersen ya era un reconocido arquitecto que no tenía tope, que diseñaba y construía a un ritmo desmezurado por toda la ciudad donde rapidamente era convocado por la elite porteña donde sus comitentes eran personalidades de renombre con grandes apellidos. En ese caso el planteo a adoptar para esta obra fue exclusivamente Art Noveau, estilo con el cual coqueteó en contadas ocasiones. De un diseño sobrio sin sobrecargar demasiado su fachada logró proyectar una obra elegante de sólo dos plantas y local.
La Planta Baja era de dominio del negocio con sus grandes ventanales y puerta central, decorado con todas las reminisencias del propio estilo con una pieza de servicio, cocina, patio con pileta, baño, y otras comodidades. Ya en el piso alto a la casona se accede por la puerta extrema de hierro junto al local donde en su dintel encontramos una pequeña ventana siguiendo el estilo para la entrada de luz decorada con clave y plantas alusivas. Una larga escalera nos remite a la fachada un poco más sofisticada de la residencia. Un balconcito con petril calado y ventana alargada tipo guillotina, más al centro un balcón volado de herrería artística, dos ventanas a sus laterales contiene paños cuadros decorados con plantas enlazadas. En este piso se distribuyen un salón y cuatro grandes habitaciones con pisos de parqué y cielo raso de yeso,dos cuartos de baño, gran cocina con despensa, tres piezas altas para el servicio y un patio con piso de mosaico, la fachada culmina con cuatro ménsulas que enmarcan el balcón principal, friso decorado moderadamente, cornisamiento perimetral y terraza con petril calado. El proyecto de Christophersen culminó en 1903 Y contó con la colaboración del conocido constructor F. Bisighini quien trabajó con el arquitecto en algunas obras y con otros profesionales de renombre. Al tiempo, los toldos colocados por el dueño del local fueron cubriendo las molduras haciendo desaparecer magníficos ornatos. Durante muchos años se instaló allí la Agenzia Generale Italiana que permitía realizar trámites y quizás otorgar pequeños prestamos a través del Banco de Italia. Aparentemente dejó de funcionar cuandofue absorvido por otras dependencias cerca de los años 50. Con respecto a los propietarios originales nada sabemos, no hay datos de ninguna de las dos partes como así tampoco quien los heredó. Es extraño también que la propiedad fuera terminada en 1903 y tres años después fuera rematada. Quizás nunca haya sido habitada, un misterio. Se supone que la familia que la adquirió posteriormente la preservó durante muchos años. Para 1978 todavía estaba, perduró durante los 80´,para 1997 un nuevo edificio albergaba al Banco Florencia. En 2005 el Banco Santiago del Estero y Nuevo Banco de La Rioja.
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