Bolsa de Comercio (1916)
La labor de Alejandro Christophersen al diseñar esta monumental sede dentro del repertorio clacisísta francés, comprendió no solo su arquitectura, sino la decoración y ornamentación de los suntuosos espacios interiores y la selección de las alegorías y esculturas con significados acordes a la actividad bursátil.
Además él mismo diseño los muebles provistos por la Casa Thompson, la alfombra de lana para la sala oval, los revestimientos de nogal italiano de la sala de sesiones, el pavimento importado de Francia del gran hall, la vajilla del restaurante, su mantelería y hasta el menú.
La maestría y dominio de las proporciones de Christophersen, se aprecia en la disposición de los ambientes principales con dobles alturas, en donde la distribución de las columnas del gran hall no entorpecen los usos en los salones, y externamente, en el sobrio manejo de la composición, que apela al tradicional esquema de basamento, desarrollo y remate.
La Bolsa constituye uno de los ejemplos más relevantes del área bancaria, y junto con el Palacio de Correos y otros edificios del entorno, integra un conjunto urbano con valores estéticos y testimoniales de gran jerarquía patrimonial.
Fuente:Guía Patrimonial Cultural de Buenos Aires.
1 comentario:
Detalle notable: la escultura que remataba la esquina izquierda y que en algún momento desapareció
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